jueves, 17 de octubre de 2013

Ermita de la Virgen del Puerto



La gran ciudad de Madrid se ve enriquecida gracias a esas pequeñas gotas de esencia que aporta cada pequeño detalle de esos que, a veces, pasamos inadvertidos.

Para quien conozca Madrid, le resultará conocido el nombre de Marqués de Vadillo, por su plaza o por la parada de metro, pero quizá desconozca que este señor, fallecido en 1729, se encuentra enterrado en la ermita de la Virgen del Puerto, esa pequeña ermita situada junto al río Manzanares, al lado del puente de Segovia.

El Marqués de Vadillo fue corregidor de Madrid, pero antes lo fue de  la ciudad de Plasencia, que es donde adquirió la gran devoción a la Virgen del Puerto, la misma que le motivara para construir esta ermita y correr con sus gastos.



En torno a esta ermita se originaron dos fiestas, una que hoy se celebra en el parque de la Arganzuela  que es  la procesión y verbena de la Melonera, la otra, la fiesta de la Santísima Virgen del Puerto, organizada y patrocinada por su cofradía el domingo de Quasimodo o segundo domingo de Pascua.